El salón de actos / Aula Manuel Trillo de Leyva de la
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Sevilla acogerá el
próximo martes 25 de marzo, a las 18:30 horas, una mesa debate sobre los
“Cien años de la Expo del 29: legado y proyección al futuro. 1929-2029”.
El acto, organizado por Urban Century 29, Palmera Agenda 29
y la Coordinadora de asociaciones de vecinos de Los Bermejales, Heliópolis,
avenida de Reina Mercedes y Las Razas, contará con la participación de Javier
Queraltó Dastis, arquitecto, concejal del Ayuntamiento de Sevilla entre los
años 1979 y 1987 y presidente de Palmera Agenda 29; Fernando Díaz del Olmo,
catedrático de Geografía Física de la Universidad Sevilla y miembro de ADEPA; Valentín
Trillo Martínez, profesor de Proyectos Arquitectónicos de la ETSAS, y Víctor
Fernández Salinas, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de
Sevilla.
“Cien años de la Expo del 29: legado y proyección al futuro. 1929-2029”
La Exposición Iberoamericana de 1929 situó a Sevilla en
primer plano en el conjunto de las ciudades más destacadas a nivel mundial del
momento. La Palmera representó entonces un cambio radical en la mentalidad de
la sociedad sevillana que sirvió, al mismo tiempo, para transformar su
estructura urbana de ciudad cerrada sobre sí misma a una nueva urbe en
crecimiento y expansión planificada.
Las vicisitudes en el origen de aquella Exposición movieron
a que algunos ciudadanos y organizaciones populares exigieran un paso adelante
a los organismos públicos.
Con el discurrir del tiempo, ese concepto de planificación
compartida fue derivando en nuevas ideas renovadoras que en absoluto mejoraron
el legado intelectual de la Exposición de 1929 y produjeron un desequilibrio
que llevó al olvido y a casi la destrucción de ese legado.
Actualmente, todavía existe una gran preocupación ciudadana
ante los dos proyectos del Puerto de Sevilla que afectarán al muelle de las
naves portuarias de la Expo de 1929 y a la avenida de Las Razas, y al que está
previsto para el nuevo estadio Benito Villamarín, de los que todavía no se
tiene una información completa.
Sin embargo, en los últimos años, grupos de ciudadanos han
vuelto a denunciar el olvido y la destrucción del patrimonio cultural y
arquitectónico de ese legado. De nuevo, como en 1929, será necesaria la
participación ciudadana para rescatar la esencia de ese legado para poder
establecer nuevas acciones y objetivos de la política urbanística orientados a
esa finalidad.
El área icono del Legado de la Expo de 1929 contiene una
gran riqueza y potencial urbanístico capaz de transformar y orientar todo el
crecimiento sur de la ciudad, constituyendo lo que llamamos el corazón verde de
la ciudad, que conecta con los jardines interiores existentes, sirviendo además
como soporte estructurante que conecta el Centro Histórico con las Barriadas
que se asientan en torno a ese Legado y que son parte de su gran herencia patrimonial.